sábado, 16 de agosto de 2008

UN RUIDO

Un ruido. Casi un estallido. Luego nada. Más tarde tampoco nada. Al final luz, mucha luz. Roja. Verde. Lila.
-Ya no te llamas Diego.
Te hubiera comprado el vestido. Aquél de tirantes en el cuello. Parecía sacado de una película de James Bonn. Hubieras estado radiente, paseándote por la piscina, con una copa en la mano y los zapatos en la otra.

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