GUIÓN SIN TERMINAR

He aquí una muestra de lo que hicimos durante los meses de octubre a diciembre en el curso de cine al que asistimos una amiga y yo. La primera parte es suya y la segunda mía. Se trataba de que un alumno empezaba un guión, otro se ocupaba del nudo y, finalmente, un tercer alumno remataba con el desenlace. Como veréis a este ejercicio le falta esa tercera parte porque dejamos el curso a mitad... pero quien quiera ponerle un final (y de paso un título) es libre de hacerlo, siempre y cuando nos lo haga saber y deje constacia en este blog.

EJERCICIO PRÁCTICO

PRIMERA PARTE

ESC. 1 Interior. Día. En la cocina.

Una cocina muy amplia. Está iluminada por la luz que entra a través de una ventana. Un reloj marca las 11:00 Todo se encuentra en orden. No hay rastro de comida.
Se oye el tic-tac de un reloj. Hay una mujer sentada en la mesa. Tiene el cabello recogido en un moño, lleva una bata de seda china y está descalza. Sobre la mesa un bote de pastillas y una botella de vodka.
Su mirada se encuentra fija en el bote. Se pasa nerviosamente los dedos por el pelo. De pronto, aparece un gato negro con los ojos verdes y redondos. Maúlla y ella dirige su mirada hacia el animal.

SENDA (asustada)
¡Ah, Benito! Por poco me matas.

Su mirada vuelve la atención sobre la mesa.

SENDA (sonriendo)
¿Pero qué estoy diciendo?

Comienza a reírse con una carcajada histérica. De la risa pasa al llanto y baja la cabeza. Sus manos vuelven a pasarse nerviosamente por el pelo.

Suena el timbre. Su cara se gira hacia la izquierda. Se ve una puerta. Cesa el llanto. Se queda inmóvil. Vuelve a sonar el timbre varias veces.

Mira las pastillas y se levanta lentamente. Arrastra los pies y sale de la cocina. Abre la puerta y aparece un mormón.

MORMÓN
¿Cree usted en Dios?


SEGUNDA PARTE

SENDA (sin dar crédito)
¿Perdón?

MORMÓN
El día del juicio final se acerca. La salvación está en tus manos.

Plano de las manos de ella que se acercan a la bragueta del MORMÓN. La luz que antes provenía de la ventana cambia intermitentemente a roja, azul y amarilla. Comienza una música de dabadabadá. En la parte izquierda de la imagen aparece en letras mayúsculas y rojas la palabra SENDA y en la parte derecha, con la misma tipografía, la palabra ROMERO. La actriz queda en medio.

SENDA (desconsolada)
No puedo seguir con esto.

Se oye una voz que grita.

VOZ DEL DIRECTOR
¡Corten!

Las letras rojas se desintegran en mil pedazos que caen hasta la base del plano y desaparecen. La luz vuelve a ser la de la ventana y se para la música. En ese momento entra en escena el DIRECTOR de quien sólo habíamos escuchado la voz. Es un señor bajo y gordo. Está calvo, pero lleva una coleta. Viste una camisa hawaiana y un pantalón bajo su enorme tripa.

DIRECTOR
Pero, ¿qué te pasa ahora?

MORMÓN (muy amanerado)
¿Es culpa mía?

SENDA (recolocándose la bata)
Es que he visto la luz.

Una gran luz blanca como de aparición mariana ilumina a la actriz que pone una expresión angelical. Esto dura un par de segundos. Después vuelve la luz natural de la ventana. El MORMÓN cruza el decorado y desaparece sollozando.

DIRECTOR (en cólera)
¿Tú sabes la pasta que cuesta esto?

SENDA
¿Estoy teniendo una revelación y tú me hablas de dinero?

DIRECTOR
No sé por qué trabajo contigo. Siempre te pasa la mismo. ¿Te acuerdas cuando rodamos aquella cinta de médicos y tú te empeñaste en estudiar enfermería?

SENDA
Cuando me contrataste ya sabías que yo era una actriz del método.

DIRECTOR
Senda, por favor, que esto es porno.

SENDA (con la misma cara angelical)
Esta vez es diferente. ¡Quiero ser mormona!

La actriz desaparece mientras se dirige al resto del equipo de rodaje que no se ve.

SENDA
¿Alguien me acerca al centro?